El propósito de la terapia de pareja radica en descifrar los obstáculos en la comunicación que surgen al comenzar el proceso terapéutico. Esta intervención busca capacitar a cada individuo para que pueda realmente escuchar y comprender las palabras y sentimientos de su pareja. Se trata de identificar las necesidades emocionales, aprender a expresarlas de manera efectiva y también entender hasta qué punto el otro puede satisfacer esas demandas.
Si emergen problemáticas personales que dificultan la armonía de la relación, el especialista guiará hacia el abordaje terapéutico más propicio para ese escenario específico.
Descubrir las raíces de las disputas y evaluar el compromiso y la voluntad de abordarlas puede ser un camino enriquecedor. Esto puede culminar en una atmósfera de entendimiento y consenso, independientemente de las decisiones que decidan tomar juntos.
